Think & Act for Value organizó recientemente la jornada digital titulada “Cómo involucrar a los profesionales en un nuevo modelo de Asistencia Sanitaria Basada en Valor”, un espacio de reflexión sobre los retos y oportunidades que este modelo representa para el sistema sanitario en España. Profesionales de la salud, gestores y académicos participaron en el encuentro para debatir cómo la experiencia del paciente y la medición de resultados relevantes pueden transformar la atención sanitaria. 

Vicente Traver, investigador, docente y director de Technologies & Wellbeing del Instituto Universitario de Tecnologías de la Información y Comunicaciones (ITACA) de la Universidad Politécnica de Valencia, ofreció en la jornada “Cómo involucrar a los profesionales en un nuevo modelo de Asistencia Sanitaria Basada en Valor”, organizada por Think & Act for Value, una visión integral sobre cómo la tecnología, la formación y el liderazgo clínico pueden ser claves en esta transición. Su intervención en el espacio de reflexión sobre los retos y oportunidades de este modelo para el sistema sanitario español, subrayó la importancia de superar barreras como la falta de alineación entre instituciones y profesionales, al tiempo que destacó soluciones ya en marcha, como proyectos piloto en áreas clave como cardiología y atención primaria, que ejemplifican el potencial de este enfoque centrado en el valor. Traver enfatizó que “el momento de actuar es ahora y la colaboración entre todos los agentes del sistema es esencial para lograrlo”. 

¿En qué punto se encuentra la ASBV en el sistema sanitario español?

El paradigma de la ASBV es válido y necesario, pero aún enfrentamos retos significativos para implementarlo. Aunque el concepto es conocido, su adopción efectiva requiere empoderar a todos los agentes del sistema sanitario. Es decir, no basta con entender qué es el valor; es necesario dotar a los profesionales de herramientas y formación específica para ponerlo en práctica, motivarlos y eliminar tareas que no aportan valor.  

Por otro lado, es importante alinear las estrategias de los proveedores de servicios con las políticas de las consejerías de salud, que actualmente siguen incentivando la actividad en lugar de los resultados en valor. 

«Los líderes a menudo enfrentan el desafío del ‘efecto sándwich’, gestionando demandas tanto de equipos como de directivos” 

¿Qué impacto tiene la formación en la implementación de la ASBV?

La formación es el pilar básico para que la ASBV pueda integrarse de forma efectiva en el sistema sanitario. No se trata solo de capacitar a los profesionales en conceptos técnicos, sino de introducir este modelo desde las primeras etapas de la formación universitaria, algo que actualmente es insuficiente. Es necesario que los estudiantes y los profesionales en activo entiendan cómo medir resultados en salud y cómo aplicar indicadores centrados en el paciente en su práctica diaria. Además, la formación debe ser práctica y continua, adaptándose a las necesidades reales del punto de atención, como ya ocurre en algunas áreas como la enfermería, donde se ha avanzado en la capacitación directamente en los entornos asistenciales. 

¿Qué características debe tener un líder clínico en la transición hacia la ASBV?

Los líderes clínicos son agentes transformadores esenciales para el éxito de la ASBV. Deben poseer habilidades blandas como empatía, comunicación y liderazgo, además de una visión estratégica que fomente la colaboración interdisciplinar y el aprendizaje continuo. Es fundamental tener una visión 360º que valore todas las contribuciones, desde el personal clínico hasta el de soporte, para generar sinergias y garantizar un entorno motivador.  

Los líderes a menudo enfrentan el desafío del “efecto sándwich”, gestionando demandas tanto de equipos como de directivos. Para abordar esto, es vital contar con un apoyo institucional sólido y formación específica desde etapas tempranas de la carrera profesional, incluyendo formación continua en el lugar de trabajo

“Es fundamental utilizar tecnologías que midan indicadores centrados en el paciente en lugar de métricas tradicionales de actividad” 

¿Qué papel desempeñan la tecnología y la inteligencia artificial en la ASBV?

La tecnología, incluida la inteligencia artificial, es una aliada indispensable, pero su enfoque debe cambiar. No debe percibirse como una herramienta de control, sino como un facilitador que permita a los profesionales centrarse en el paciente. Es fundamental utilizar tecnologías que midan indicadores centrados en el paciente, como la experiencia y los resultados clínicos relevantes, en lugar de métricas tradicionales de actividad.  

Además, la inteligencia artificial tiene el potencial de automatizar tareas administrativas y optimizar procesos asistenciales, reduciendo tiempos y mejorando la comunicación entre niveles asistenciales. El “viaje del paciente” a menudo se ve obstaculizado por cuellos de botella; aquí la minería de procesos y las herramientas tecnológicas son fundamentales para identificar y corregir esas ineficiencias. 

¿Cómo puede la tecnología orientada hacia la ASBV abordar problemáticas concretas, como los entornos rurales?

Los entornos rurales enfrentan limitaciones específicas, como la dispersión geográfica y la falta de recursos sanitarios. Para superar estas barreras, la ASBV debe apoyarse en la telemedicina y otras herramientas digitales que permitan acercar los servicios de salud a estas comunidades. Es esencial co-crear soluciones con los pacientes y las asociaciones locales, entendiendo las necesidades particulares de estos entornos y adaptando las intervenciones para que realmente generen valor. Además, formar equipos sanitarios con competencias en el uso de tecnologías y procesos innovadores será clave para garantizar una atención de calidad en estas áreas. 

Diseñar equipos multidisciplinares que trabajen de forma coordinada resulta esencial para garantizar que el valor aportado al paciente sea el eje central del sistema”

¿Cómo se puede fomentar la colaboración entre niveles asistenciales?

La integración entre atención primaria y especializada es uno de los retos más importantes para que la ASBV funcione de manera óptima. Esto implica rediseñar procesos que fomenten la comunicación fluida entre ambos niveles, asegurando una atención continua para el paciente. Las herramientas tecnológicas juegan un papel crucial aquí, permitiendo compartir información en tiempo real y evitar el limbo asistencial al que muchas veces se enfrentan los pacientes al transitar entre niveles de atención. Diseñar equipos multidisciplinares que trabajen de forma coordinada también resulta esencial para garantizar que el valor aportado al paciente sea el eje central del sistema. 

¿Qué ejemplos prácticos de ASBV se están implementando?

Proyectos como Value Radar y los i-Days, financiados por EIT Health, son modelos exitosos de cómo integrar la ASBV en diferentes entornos. Estas iniciativas han permitido formar equipos multidisciplinares y generar evidencias que respaldan el cambio hacia una atención basada en valor.  

Estos proyectos de impulso de la ASBV han dado lugar a publicaciones relevantes en áreas como cardiología y traumatología, demostrando el impacto positivo de este enfoque en los resultados de salud. Además, es fundamental escalar proyectos sostenibles y co-crear soluciones con asociaciones de pacientes, especialmente en áreas concretas, como el ejemplo de la soledad no deseada, donde la colaboración entre atención primaria y la comunidad ha mostrado resultados significativos. 

“La clave está en lograr una integración sin fronteras entre atención primaria y especializada, centrando los esfuerzos en lo que realmente importa al paciente” 

¿Cuáles son los próximos pasos para avanzar en la ASBV?

Para avanzar en la ASBV, hay tres pilares fundamentales: formación y sensibilización, medición y evaluación de resultados en salud desde la perspectiva del paciente, y la necesidad de un enfoque “líquido” que rompa silos entre niveles asistenciales. La clave está en lograr una integración sin fronteras entre atención primaria y especializada, centrando los esfuerzos en lo que realmente importa al paciente.