María Luaces: “Necesitamos un marco normativo que apoye el cambio hacia la evaluación y la retribución basada en valor”
María Luaces, cardióloga y directora de la Unidad de Innovación en el Hospital Clínico San Carlos de Madrid, compartió en un reciente webinar organizado por Think&Act for Value sus perspectivas sobre cómo la Asistencia Sanitaria Basada en Valor (ASBV) puede transformar la atención a pacientes y mejorar los resultados en salud. En esta entrevista, la Dra. Luaces destaca la importancia de redefinir el concepto de valor desde la perspectiva de pacientes, familias y profesionales, y subraya el papel del liderazgo clínico y la integración de tecnología para avanzar hacia un sistema de salud más equitativo y eficiente.
¿Cómo definirías la ASBV desde tu perspectiva?
El paradigma de la ASBV, inicialmente propuesto por Porter, sigue siendo relevante, pero ha evolucionado conforme lo han hecho las necesidades de la sociedad, los pacientes y sus familias. No debemos olvidar que el paciente también incluye a su entorno.
Para avanzar en este modelo, es esencial considerar lo que cada uno entiende por valor. Para un paciente cardiológico, por ejemplo, podemos aplicar un tratamiento sofisticado, pero si el paciente no percibe una mejora en su calidad de vida, no hemos alcanzado nuestro objetivo. Tenemos que acompañar a los pacientes y a sus familias en la gestión de expectativas, asegurando que entendemos qué tiene valor para ellos.
“Los profesionales necesitan más apoyo y formación para entender cómo aplicar este modelo en su práctica diaria”
¿Y qué crees que significa el concepto de valor para los profesionales sanitarios?
En el Hospital Clínico trabajamos en una red asistencial que incluye otros cuatro hospitales de Madrid, más de 40 centros de salud y la red de urgencias 112. Nuestro objetivo principal es registrar y mejorar los resultados de los pacientes y la población en general. Es fundamental que profesionales, pacientes y sus familias caminemos de la mano en la definición de lo que es un buen resultado. Tenemos que alinear el concepto de valor para que se entienda por todas las partes implicadas en el desarrollo de la asistencia sanitaria.
¿Cuáles son los principales retos que enfrentan los profesionales para implementar modelos de atención centrados en valor?
Uno de los mayores retos es el cambio cultural que requiere la ASBV. Pasar de un modelo centrado en el volumen de actividad a uno basado en resultados que importan a los pacientes es un desafío, especialmente cuando la estructura organizativa y los incentivos no siempre apoyan este cambio. Además, la falta de interoperabilidad entre sistemas y la resistencia a compartir datos sigue siendo un obstáculo importante. Los profesionales también necesitan más apoyo y formación para entender cómo aplicar este modelo en su práctica diaria. A nivel organizativo, es necesario revisar y adaptar los procesos para que realmente se centre en el valor, eliminando tareas administrativas que no aportan valor y adoptando nuevas tecnologías que faciliten este cambio.
“Sin un apoyo claro y decidido desde las administraciones, será difícil implementar la ASBV de manera efectiva en todos los niveles del sistema sanitario”
¿Qué papel juegan las políticas de salud en la adopción de la ASBV?
Las políticas de salud son fundamentales para facilitar la adopción de la ASBV. Necesitamos un marco normativo que apoye el cambio hacia la evaluación y la retribución basada en el valor. Esto incluye políticas que promuevan la interoperabilidad de los datos, incentivos para la innovación y la integración de tecnologías digitales en la atención sanitaria. También es esencial contar con el respaldo político para fomentar una cultura de colaboración y de medición de resultados a largo plazo. Sin un apoyo claro y decidido desde las administraciones, será difícil implementar la ASBV de manera efectiva en todos los niveles del sistema sanitario.
¿Cómo puede la ASBV contribuir a reducir las desigualdades en el acceso a la atención sanitaria?
La equidad de acceso es un elemento clave de la ASBV, relacionado con la solidaridad y el concepto social de ofrecer la misma calidad de atención a todos los pacientes, independientemente de su lugar de residencia. La ASBV tiene un gran potencial para reducir desigualdades porque se centra en ofrecer el mejor resultado posible a cada paciente, independientemente de su situación personal o lugar de residencia.
Por ejemplo, en el Clínico, uno de nuestros proyectos se centra en asegurar que los pacientes con enfermedades cardiovasculares, sin importar su ubicación, reciban el mismo estándar de atención. La clave está en utilizar datos para identificar y abordar las disparidades, y en diseñar sistemas que permitan un acceso equitativo a los servicios de salud. Esto no solo mejora la equidad, sino que también optimiza los recursos del sistema sanitario al priorizar intervenciones que realmente aportan valor.
“Un líder clínico debe tener una visión estratégica amplia, capaz de anticiparse a cómo las decisiones actuales impactarán en el futuro”
¿Cómo se puede formar a los clínicos en este cambio hacia la ASBV?
Actualmente no hay una formación reglada específica para esto. Lo poco que los profesionales aprenden sobre gestión del valor en su etapa pregraduada está muy ligado a la investigación científica, pero no a la ASBV. Es necesario introducir esta disciplina de manera más sistematizada desde el principio, para que los profesionales lo tengan presente al desarrollar su práctica asistencial. También debemos fomentar la formación continua para que los profesionales entiendan la importancia de medir los resultados desde la perspectiva del paciente.
¿Qué características debe tener un líder clínico en este contexto?
Un líder clínico debe tener una visión estratégica amplia, capaz de anticiparse a cómo las decisiones actuales impactarán en el futuro. No solo en términos de resultados para los pacientes, sino también en la sostenibilidad económica y medioambiental del sistema de salud. También es primordial una capacidad de comunicación efectiva con los equipos, los profesionales y los gestores para impulsar cambios de manera coordinada. Estos líderes clínicos deben recoger e incorporar nuevas necesidades y tendencias en su organización para adaptar el modelo asistencial a los desafíos emergentes.
¿Qué papel juegan la tecnología y la IA en la ASBV?
La tecnología y la inteligencia artificial tienen un papel fundamental en la transformación de la asistencia sanitaria. Para ello, hemos comprobado que la formación de equipos multidisciplinares que incluyan tecnólogos junto a profesionales sanitarios mejora nuestra capacidad para manejar herramientas complejas y optimizar los procesos asistenciales.
La IA, en particular, puede ayudar a reducir la carga administrativa y mejorar la eficiencia, lo que permite a los profesionales centrarse en el cuidado del paciente. En el Hospital Clínico estamos integrando ingenieros biomédicos y de telecomunicaciones en nuestros equipos clínicos, y esto ha resultado muy beneficioso para todos. Además, estamos utilizando IA para analizar grandes volúmenes de datos de pacientes y obtener información que ayuda a personalizar tratamientos.
Has mencionado la importancia de la colaboración interdisciplinar. ¿Cómo se puede fomentar esta colaboración en un entorno hospitalario?
La colaboración interdisciplinar es esencial en un entorno tan complejo como el sanitario. En el Clínico, hemos promovido la integración de ingenieros biomédicos y otros profesionales tecnológicos dentro de nuestros equipos clínicos. Esta colaboración ha permitido que los tecnólogos entiendan mejor las necesidades de los sanitarios y viceversa. Además, la formación de equipos multidisciplinares en la atención de patologías complejas permite una visión más completa del paciente y optimiza los recursos. Fomentar esta integración no es sencillo y requiere tiempo, pero los beneficios en términos de calidad asistencial y satisfacción profesional son enormes.
“Necesitamos datos precisos y fiables para medir los resultados en salud y así saber qué tratamientos realmente generan valor”
En el contexto de la ASBV, ¿cómo se pueden medir mejor los resultados en salud que realmente importan a los pacientes?
Medir los resultados en salud desde la perspectiva del paciente implica utilizar herramientas como los cuestionarios PROMs (Patient-Reported Outcome Measures) y PREMs (Patient-Reported Experience Measures). Estas herramientas nos permiten conocer no solo la efectividad de un tratamiento, sino también cómo lo percibe el paciente y cómo afecta a su calidad de vida. En el Hospital Clínico estamos implementando estas medidas de manera sistemática para evaluar y mejorar continuamente nuestra atención. Aun así, es importante que estos datos sean compartidos y utilizados por todos los actores del sistema, para que realmente influyan en la toma de decisiones.
¿Cuál es el papel de los datos en la transformación de la asistencia sanitaria?
Los datos son la base sobre la que se construye la ASBV. Necesitamos datos precisos y fiables para medir los resultados en salud y así saber qué tratamientos realmente generan valor. Pero no solo se trata de recolectar datos, sino de compartirlos y utilizarlos de manera eficiente. La interoperabilidad entre sistemas es clave para evitar silos de información. En nuestra unidad de innovación trabajamos para que todos los datos relevantes estén disponibles para los profesionales, de forma que puedan utilizarlos en la toma de decisiones clínicas. Esto no solo mejora los resultados para los pacientes, sino que también ayuda a los profesionales a sentirse más conectados y valorados en su trabajo.
“Uno de los mayores retos es cambiar la mentalidad tanto de los profesionales como de los gestores”
¿Qué retos consideras en la implementación de la ASBV en el Sistema Nacional de Salud?
Uno de los mayores retos es cambiar la mentalidad tanto de los profesionales como de los gestores. Necesitamos medir de forma diferente, y para eso es esencial contar con el apoyo de las direcciones organizativas y la formación adecuada para que todos los profesionales entiendan y adopten este nuevo enfoque. Otro desafío es garantizar que todos los actores del sistema sanitario compartan datos y colaboren, evitando la resistencia a compartir información que todavía existe entre los profesionales. Además, la carga administrativa actual impide a muchos profesionales centrarse en lo que realmente genera valor para el paciente, y la IA puede ser una herramienta clave para resolver este problema.
Si tuvieras que definir con tres palabras clave el marco de actuación para potenciar la Asistencia Sanitaria Basada en Valor entre los profesionales sanitarios, ¿cuáles serían?
Las tres palabras clave son formación, implicación y apoyo.
La formación es esencial para que los profesionales comprendan qué es la ASBV y cómo aplicarla en su práctica diaria. La implicación es clave para que se sientan parte activa del cambio, participando en la definición de indicadores de valor y viendo el impacto de su trabajo en la atención al paciente. Y finalmente, el apoyo de los gestores y directivos es imprescindible para eliminar barreras y asignar recursos que permitan implementar la ASBV de manera efectiva.