Josep M. Pomar: “Es vital que empiecen a surgir liderazgos transformadores en las organizaciones para dar un paso adelante en la ASBV”

Josep M. Pomar, presidente de la Fundación Signo, ofrece una entrevista donde explica las claves de la Asistencia Sanitaria Basada en Valor (ASBV), los avances en este ámbito y su implementación en España. Pomar subraya la necesidad de una transformación profunda en los sistemas sanitarios, poniendo al paciente en el centro de todas las decisiones y estrategias.

En un momento en el que es esencial impulsar cambios que aseguren la sostenibilidad del sistema sanitario, Pomar destaca la importancia de la colaboración y el intercambio de experiencias que beneficien a todos los involucrados. Aún falta un mayor impulso a nivel global y por parte de las administraciones. Aunque existen muchas experiencias, publicaciones y algunos sistemas de medición, estos están algo atomizados y carecen de una visión holística”, añade. Además, resalta cómo iniciativas como Think & Act for Value están trabajando para suplir estas carencias y promover un enfoque más integrado y efectivo.

¿Qué entendemos por Asistencia Basada en Valor?

La ASBV es un movimiento internacional que refuerza y enfatiza paradigmas ya presentes en los sistemas sanitarios globales. Este enfoque pone al paciente en el centro del sistema, basándose en la idea de la salud centrada en las personas, un concepto que ha sido promovido desde 2006 por Michel Porter y Elisabeth Teisberg. Ellos acuñaron un nuevo concepto de valor, donde el resultado de las acciones de los servicios sanitarios se mide en términos del valor percibido por las personas.

Desde esta perspectiva, el valor se define como la combinación del resultado clínico y el valor añadido que aporta a las personas que pasan por el sistema sanitario. Este enfoque ha dado lugar a un movimiento internacional que ha desarrollado instrumentos y estándares para medir este impacto en términos de valor. Un ejemplo de esto es el Consorcio ICHOM (International Consortium for Health Outcomes Measurement), que genera estándares para medir el valor en patologías específicas, y los PROMs (Patient-Reported Outcome Measures), que evalúan el valor desde la perspectiva del paciente.

Este movimiento nació en Estados Unidos y se ha extendido a Europa, con el Hospital Karolinska como uno de sus principales exponentes.

«Es esencial medir la experiencia del paciente y utilizar los PROMs para evaluar la percepción del paciente”

¿Cuáles son los componentes esenciales para implementar una atención sanitaria basada en valor en nuestro entorno?

Para implementar una atención sanitaria basada en valor en nuestro entorno, es esencial considerar cinco componentes clave:

  • Estrategia: es fundamental contar con una visión clara por parte de los que toman las decisiones para reordenar los sistemas sanitarios en esta dirección.
  • Reorganización: dar más valor al paciente implica reorganizar y revisar procesos, así como crear unidades funcionales centradas en patologías específicas. Esto significa trabajar en unidades multiprofesionales que incluyan a profesionales del ámbito social, atención primaria, hospitales y, por supuesto, la voz de los pacientes, en lugar de seguir el enfoque vertical de los servicios clínicos clásicos.
  • Atención basada en la evidencia: para asegurar una atención efectiva y científica, es esencial recoger toda la experiencia y seguir protocolos y guías clínicas. Esto garantiza una medicina basada en la evidencia que persigue la efectividad clínica e incorpora muchos de los movimientos recientes en el ámbito sanitario.
  • Incorporación del paciente: es esencial medir la experiencia del paciente y utilizar los PROMs para evaluar la percepción del paciente. Además, la toma de decisiones debe ser compartida entre profesionales y pacientes.
  • Coste: el movimiento basado en valor también promueve la compra ajustada a resultados y la financiación ajustada al valor, lo cual forma parte del denominador en este enfoque.

“Queremos fomentar una colaboración más estrecha y efectiva entre los diferentes actores del sistema sanitario para avanzar hacia un modelo de atención sanitaria verdaderamente basado en valor”

¿Cómo se está trasladando esta filosofía a España? 

En España, esta forma de entender los servicios sanitarios se introdujo hace años y, aunque existen muchos casos exitosos, estos están algo atomizados y carecen de una visión holística. Recientemente, desde Think & Act for Value se lanzó un Manifiesto para poner en valor la ASBV. Este manifiesto recoge el propósito, recomendaciones y una llamada a la acción para todos los agentes del ecosistema de innovación en salud que quieran avanzar hacia un nuevo modelo de atención sanitaria. En este documento se pueden encontrar algunas de las iniciativas que ya están activas en España.

Por ejemplo, el País Vasco ha incorporado la ASBV como una estrategia autonómica para orientar sus servicios. También hay ejemplos de hospitales como el Vall de Hebrón, donde se ha desarrollado el proyecto H2O de ámbito internacional, y el Hospital de Cruces, que ha tenido un gran éxito en la medición de los costes por valor.

Organizaciones como SEDISA (Sociedad Española de Directivos de la Salud) han creado un observatorio de medición del valor, y la Fundación Signo lo ha adoptado como uno de sus leitmotiv más importantes. En este contexto, EIT Health ha sido un actor clave en la promoción de la ASBV. Desde este organismo se ha puesto en marcha Think & Act for Value, una plataforma colaborativa público-privada de conocimiento e innovación. También ha lanzado una convocatoria que busca detectar buenas prácticas en asistencia sanitaria basada en valor. Además, EIT Health comienza ahora en octubre una serie de eventos y jornadas itinerantes, Value Radar, para impulsar, visibilizar y conectar innovadores en salud basada en valor a nivel nacional y europeo.

También existen experiencias más puntuales como la Asociación de Salud Digital (ASD), que promueve la salud digital basada en valor, y otras iniciativas y herramientas como Top Value, que compara cómo los hospitales participantes se adaptan e incorporan las políticas de valor.

“Para avanzar en la compra basada en valor, debemos aprovechar mejor el marco normativo actual y seguir reivindicando normas específicas para el sector sanitario”

¿Qué falta para conseguir un mayor impulso de la asistencia sanitaria basada en valor?

Aunque existen muchas experiencias, publicaciones y algunos sistemas de medición, aún falta un mayor impulso a nivel global y por parte de las administraciones.

Hasta ahora, el impulso ha venido principalmente desde abajo, pero es necesario un apoyo más amplio y coordinado a nivel global.

Esto es precisamente lo que buscamos suplir con el movimiento Think & Act for Value: una apuesta en común y un intercambio de experiencias que puedan beneficiar a todos los involucrados. Queremos fomentar una colaboración más estrecha y efectiva entre los diferentes actores del sistema sanitario para avanzar hacia un modelo de atención sanitaria verdaderamente basado en valor.

¿Y para avanzar en la compra basada en valor? ¿Es aplicable de un modo extendido?

Actualmente es aplicable porque la ley permite soluciones, pero es cierto que hoy mismo no se ponen en práctica de una manera sistemática.

Sin embargo, también cabe señalar que desde el sector se ha reivindicado en muchas ocasiones una mayor adaptación de las leyes de contratos e incluso la existencia de normativas específicas para el sector sanitario. Tenemos especificidades suficientemente diferenciadas como para habilitar normas concretas en los sistemas de adquisiciones.

Necesitamos estas normas específicas porque sabemos que las actuales dan lugar a muchas trabas administrativas, desde fragmentación de contratos, a las supervisiones por parte de los organismos de cuentas. Por tanto, para avanzar en la compra basada en valor, debemos, por un lado, aprovechar mejor el marco normativo actual, pero debemos también seguir reivindicando normas específicas para el sector sanitario.

¿Quién debería dar el primer paso para comenzar esta transformación?

Debemos tener en cuenta que los primeros pasos ya se han dado. Como he mencionado, existen iniciativas que han surgido principalmente desde los hospitales, con algunas excepciones como las acciones del servicio de salud Osakidetza.

El punto de inflexión está en el respaldo que estos impulsos que nacen desde abajo necesitan, y es importante involucrar a todo el sector, incluidas las empresas, las sociedades científicas y, sobre todo, las administraciones. Por este motivo, hemos realizado el Manifiesto, para captar la atención de las administraciones.

Además, considero vital que empiecen a surgir liderazgos transformadores desde los altos cargos de las organizaciones y entidades para dar un paso adelante en la ASBV.